Ultimamente hemos sido víctimas de horribles hollywoodenses
de pseudo-vampiros que se enamoran, pero que pasa cuando a una historia de
vampiros le agregamos no solo el romance, sino también tabúes, sacerdotes y la
increíble dirección del director coreano Park Chan Wook? La respuesta es
sencilla, la mezcla de todos estos elementos nos da el excelente largometraje
llamado Thirst.
La historia nos presenta a un sacerdote de mediana edad, el
cual trabaja en un hospital ayudando a darle los santos oleos a enfermos
terminales y moribundos. Esta situación tiene sumido en la tristeza al
sacerdote Sang-Hyun (interpretado por Song Kang-ho), de modo que pide a uno de
sus superiores ir a un centro médico para ser parte de un experimento que
ayudará a encontrar la cura de un terrible virus llamada Virus Immanuel.
Una vez que Sang-Hyun llega a las instalaciones se le
advierten los riesgos de participar en el proyecto, ya que el virus es
altamente contagioso y sobre todo letal, sin embargo el sacerdote accede a
participar para ayudar a crear la vacuna que salvará muchas vidas en el futuro.
Lamentablemente Sang-Hyun cae presa del virus y ante los esfuerzos de los
medicos, parece morir. Solo parece, ya que con una transfusion sanguinea se
convierte en un vampiro.
El resto de la historia nos mostrará como Sang-Hyun lucha
contra su deseo de consumir sangre, el deseo de matar y con el deseo de tener un
romance con la esposa de uno de sus amigos de la infancia de la cual se enamora
cuando va a casa de su amigo debido a que la madre del mismo piensa que su hijo
Kang Woo (Shin Ha-Kyun) se curó de cáncer debido a lass oraciones de Sang-Hyun.
La trama de la película parece sencilla, sin embargo Park
Chan Wook también escribió el guión de la película basándose en la novela de
Émile Zola de nombre Thérèse Raquin hace un excelente trabajo llevando a los
espectadores por muchas emociones que van desde la risa, el amor, el horror y
el asco. Impecable trabajo con el guión.
Por otro lado, la fotografía es muy buena sin llegar a ser
excelente. En la mayoría de la película usa filtros que nos reflejan una
atmosfera obscura que en ocasiones llega a ser molesta, ya que cuesta trabajo
distinguir detalles especificos de la producción a simple vista. De verdad
llega a ser muy obscura. Sin embargo, analizando la producción y combinando la
fotografía con los planos que CHan Wook usa para relatar la historia hacen de
esta película una excelente producción de un raro cine de terror.
En cuanto al soundtrack me parece que el trabajo es
impecable, nos refleja el sentir de los personajes y del director en cada una
de las secuencias que componen este largometraje.
En concreto puedo decir que esta película no decepciona, ni
deja que desear, sino al contrario. La historia está muy bien labrada y la
dirección es impecable. Muy recomendable, sin embargo si tienen problemas con
la sangre, los tabúes y producciones fuera de lo convencional, mejor no vean
esta super producción del maestro Chan Wook.
Como siempre, les dejo el trailer para que decidan si
quieren o no ver la película. Muchas gracias por leerme y estamos en contacto!